
que hoy me titule el desprecio,
que las sombras no me apiaden
ni los muertos me conversen.
Están deseando mi ruína
y quieren hurgar mis heridas.
Están deseando los necios
que excomulgue mis desdichas.
Ya las tumbas me cobijan
y los oídos me protegen
de ese deseo de necios
que quieren robar mi vida.
Están los necios deseando
y están esperando volver
a manchar mi alma apagada
que ya no se quiere encender.
Debe ser cosa de necios
que los burlados seamos tres:
los últimos, los del medio
y los que no tenemos voz.
Puede que yo sea un desprecio
en sus mundos de honestidad,
mas sé que no soy un necio
y que les sé valorar.
2 comentarios:
Tu Escrives esto ??**
Si, esto es mío, casi todo lo escrito aquí es cosecha propia
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