29 marzo 2008

-Ámame aunque sea en mis sueños-

Ámame
mientras este mundo mienta,
antes de que se mueran
todos los idiotas.

Que las nubes no aniden
eternamente mi cama.
Ámame
cual si fuese un extraño.

Se rinden las guillotinas
sobre mi humillada cabeza.
Los relojes son eternos
espectros del pasado.

Tus carnes se ciernen
cada noche en mis sueños,
abrigando mis pesadillas,
asfixiando el despertar.

Ámame
como si nunca hubiese existido,
como si estuviese fuera,
fuera de este mundo de mentira.

Como si fuese a ser el último día:
indúltame
y haz de mis pesadillas
una maraña de olvidos.

Despeñaré después mi mole
contra esas rocas sombrías.
Ámame acompasada
al son de la mentira del mundo.

Amaneceré con tu sonrisa
arrullando mis labios.
¡Ay!, ¡qué mentira!
Finaré si no me amas.