21 xullo 2007

-Amor mío-

Parto de que te soy infiel
y de que jamás hubo otra;
declarando mi concubinato
necesito tu perdón.

Sombra alargada,
llevo tu compañía al abstracto
y peregrino hasta la cuna
que me ha de mecer.

Ya sé de tu consuelo,
de tus borrosas imágenes.
Plasmas a la perfección
todo lo que llevo dentro.

Y al límite estás del pecado...
pero, otro día más,
te acomodas en mi regazo
y nos ponemos a soñar.

Ningún comentario: