20 agosto 2008

-Si no te borras de mi-

Sentía que tu aliento
alimentaba mi cordura...
mas tus manos estaban
a millones de esperanzas.

Desgastaba mi poca fortuna
con tu olvido perenne.
Con tu olvido perenne
caducaba mi calma.

¡Qué furia tan grande
en este mar de templanza!

Me conformaba con tu visita
y que aún recordaras
a quien te esculpió en maravillas
sin siquiera saberte.

Me conformaba con ver
la sonrisa atrapadora
que engañó mi vida
y devoró mi alma.

¡Qué furia tan grande
en este mar de templanza!

Ningún comentario: