Así que cesen las canciones y la luna cese en su empeño de escupirme; así los rayos omitan a los truenos o las nubes traigan buenas nuevas; así los pájaros dejen de picotearme los ojos y las ovejas de balarme en los oídos. En ese momento bailarán las futuras imágenes pisoteando las yertas momias que bombean mi pasado.
Así el traidor cese su traición; así el sol se renueve; así mis ojos dejen de sangrar; así las horas mezcan mi cordura. Ahí bailarán las venideras buenas nuevas pisoteando las que ajaron mi pasado.
¡Así mueran las viejas estampas!, ¡no quiero recordarlas en mi dolor!
¡Así crezcan las maravillas que hoy no conozco!, que crezcan y duren, y se aferren a mi desgarrado motor; ¡que sean bienvenidas! ¡Que vivan!...
...así cese la vieja canción.
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