Vuelas bajo
y no planteas remontar.
El olvido a tu sombra vuelve
queriéndote ocultar.
Ya ves, sabes,
pero no quieres recordar.
Acuna la sangre protectora
en los cristales marchitos.
Aspiras al subsuelo
de una caja mordaz.
¿Apurar?... bueno...
mejor dejar pasar.
Subscribirse a:
Publicar comentarios (Atom)
Ningún comentario:
Publicar un comentario