Cada poema lleva su tortura,
cada tortura su poeta,
cada poeta una condena,
cada condena una mujer;
cada mujer lleva un misterio,
cada misterio un pensamiento,
cada pensamiento un hombre,
cada hombre un suplicio;
cada suplicio lleva su sentimiento,
cada sentimiento un recuerdo,
cada recuerdo un lugar,
cada lugar un momento;
cada momento lleva su lugar,
cada lugar su recuerdo,
cada recuerdo su sentimiento,
cada sentimiento su suplicio;
cada suplicio lleva su hombre,
cada hombre su pensamiento,
cada pensamiento su misterio,
cada misterio su mujer;
cada mujer lleva su condena,
cada condena su poeta,
cada poeta su tortura,
cada tortura su poema...
... y qué llevo yo...
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