Saben los días contar verdades
y las noche destrozar ilusiones.
¡Que acaben ya de jugar
todos esos laberintos!
Acuden las lluvias a mis llamadas,
las tormentas llegan por su cuenta.
¡Otra vez el huracán
se instaló en mi celda!
¡Que se vayan ya
todas esas fieras!
Acobardados animales salvajes
que os asustáis con la luna llena.
¡El sufrimiento enloquece
y yo estoy en su interior!
Papeles olvidados en el fuego
de una encrucijada de perdón.
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