Sauces, robles, naranjos,
pinos y eucaliptos altos,
almendros, nogales, olmos;
congojas de sus pasiones.
Suspenso en la prosa maldita,
desterrado del verso humillador,
roto por las habladurías
de cierto desencanto de amor.
Álamos, manzanos, cerezos,
plátanos y encinas rotas,
higueras, vides sin frutos;
congojas de sus pasiones.
Camina el hombre de miedo
tras sombre arrebatadora de árbol.
Diciendo va un refranero
a su alma fría, solitaria y parca.
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