Cayó la hoja
y las promesas se ahogaron,
naufragaron
y lucharon contra el futuro.
La calma del huracán.
Y, tras el cristal,
tu sombra
que jamás me atreví a mirar.
Renacen los pasados...
¡Cuántas cosas por decir!
Mas ahora ya es tarde...
como siempre, llegué tarde.
Nunca creí que tanto dolor
compaginara con el vacío.
Y ahí donde estés sabrás
que quise ser más que un hijo....
aunque no lo demostrara.
¡Cuánto, no sabes bien, me influíste!
Ni quise ser rebelde
ni me creí el catecismo.
Y renacen los pasados...
y a mi me ahoga el futuro.
¡Cuántos abrazos por dar!
Debería de callarse el tiempo.
...Mas no cabe en el papel
toda la deuda que tengo contigo.
Subscribirse a:
Publicar comentarios (Atom)
Ningún comentario:
Publicar un comentario