Vestido de carnaval
con despojos variopintos.
La careta caída del corazón
dejando a las risas ajenas
acabar de deshonrar
semejante derrota.
Recurriendo al despiste
de un futuro mejor,
destrozo mi cabeza desquiciada
y tú, vestida de honestidad,
desmoronas el muro impenetrable
que alcé a mi alrededor.
¿Cada cuánto tiempo reaparecerás
disfrazando mis sueños de pesadilla?
¡Sal ya de ese rincón
desde donde picoteas mis ojos!
¡Olvida que no me conoces
y sigue tu vida como hasta hoy!
Subscribirse a:
Publicar comentarios (Atom)
Ningún comentario:
Publicar un comentario